Quiénes Somos

Orígenes

A finales de la década de 1920, apenas un puñado de seis familias junto con treinta y ocho jóvenes solteros provenientes de Europa conformaban la Comunidad Israelita de Monterrey. Con el fin de reunirse, este grupo organizó el primer club, ubicado en el centro de la ciudad. A los miembros de esta comunidad no solo los unía su pasado, sino el futuro: sus miembros tenían claro que querían ofrecer a las siguientes generaciones una educación de calidad fortalecida con la tradición y los valores que habían recibido.

Con la mirada puesta en este objetivo, se creó un comité escolar encargado de organizar cursos vespertinos para que los niños pudieran recibir una educación judía. Dados sus excelentes resultados, el sueño de construir una escuela pudo volverse realidad. De modo que el 5 de marzo de 1936 se fundó el Colegio Hatikvá, una primaria que, con trece alumnos honrando su nombre, era símbolo de esperanza para la Comunidad Israelita de Monterrey.

Con el paso del tiempo, respondiendo a la necesidad de que los alumnos pudieran continuar con sus estudios, se instituyó el Patronato Escolar, con el fin de proveer fondos y recursos para el sostenimiento de una nueva institución: el Colegio Israelita de Monterrey. A partir de su apertura, que tuvo lugar el 15 de octubre de 1964, se brindaba, de manera oficial, la oportunidad de cursar también estudios de secundaria.

Fruto del esfuerzo, los logros alcanzados movían a soñar más alto. Fue así como el colegio creció y aperturó la sección de preescolar: nacía el Nuevo Colegio Israelita de Monterrey, el 5 de octubre de 1966. Año tras año, esta institución ha ido creciendo hasta convertirse en lo que es en la actualidad.

Hoy, el NCIM continúa impulsando el compromiso inicial de las primeras familias de la Comunidad Israelita de Monterrey: brindar una educación de calidad enriquecida con la tradición y los valores del judaísmo. A la luz de los avances de las ciencias de la educación, nuestra institución busca integrar las propuestas educativas de vanguardia en un ambiente de compromiso social con México e Israel. La formación de una ciudadanía mundial, que es uno de los principales objetivos de nuestro modelo educativo, orienta nuestro programa trilingüe —de inglés, hebreo y español— al desarrollo de habilidades cognitivas, tecnológicas y socioemocionales. A través de proyectos innovadores que pretenden impactar positivamente en la sociedad, nuestros estudiantes desarrollan competencias individuales y colaborativas que les permiten responder con éxito a las principales necesidades del mundo contemporáneo, donde la cooperación y el trabajo en equipo resultan fundamentales. Así pues, junto a una educación personalizada y esforzándose por formar en sus estudiantes una conciencia de ciudadanía global, el NCIM, siendo miembro de la Red de Escuelas Asociadas a la UNESCO, ofrece también un enfoque holístico, que contempla las diversas dimensiones que atraviesan el desarrollo de la persona humana. El ideal con el que soñaron aquellas familias de los años veinte es, hoy, una realidad.